GOYO, RETRATO

Tu infancia son recuerdos de tu tierra de Castilla,
y un monte claro donde crece el bellotero;
tu juventud, eterna, persiguiendo a una chiquilla;
tu historia, que prosigue hoy día de pedroñero

Un seductor de gentes siempre has sido
-tieso y elegante de aliño indumentario-,
recibiste la flecha que te asigno Cupido,
amaste a Minda cuando te abrió su recinto hospitalario.

Hay en tus venas gotas de sangre San Justina,
tus cánticos brotan de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
eres, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Conversas con todo aquel que va contigo
-Regalas autoestima cada día-;
mi silencio contrasta con tu verbo, buen amigo
en tu entorno desparramas gotas de filantropía.

Desdeñas las romanzas de los tenores huecos
lo tuyo es la voz, como Sinatra, aunque cantes a la luna.
distingues con rigor las voces de los ecos,
y levantas la sesión con Gardel o con la tuna.

¿Eres cásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, escrito con mi mente en tu semblanza,
tu carácter ha de continuar, yo te pidiera,
hay recuerdo en el ascima a tu alabanza

Y al cabo, nada me debes; te debo cuanto escribo
A mi memoria acudo, y mi recuerdo pago,
tus poemas, como a otros, de mi parte tu recibo,
son como el pan que te alimenta y el vino de este trago.

¡Brindemos! Pues, por este maragato
recio de ser, amigo verdadero,
de Leticia y Pablo padrazo, ser humano
de Minda enamorado, corazón como un brasero.

Féliz cumpleaños
Nota: Ausente de tu técnica y acierto recurro a D. Antonio el de Castilla Machado,
en su retrato, plagio abierto el ritmo y a lo mejor la estrofilla.
Jóse